martes, 24 de julio de 2018

El deseo de un amor imposible, dos mundos diferentes

Había pasado casi media madrugada leyendo un libro, de Paulo Coelho, para poder cumplir un deseo este día que ya habia empezado, historias muy profundas entraron a mi corazón.
El relato de aquellos pasajes de la novela, algunas encajaban perfectamente en mi vida.
Mi alma sentía un poco de vacío, quizá no sea espiritual, pero si había un vacío de amor, amor que hace tiempo había esperado y nunca ha llegado, o quizá se cruzó en mi camino, como aquella noche en la que ella me dijo vamos a comer salchipapas, y no pude acompañarle, porque vivo lejos del centro y en el bolsillo tenía contado unos pesos, y cómo era de noche ya, dejé pasar esa ocasión, lo despedí se subió a su auto y vi a lo lejos alejarse, o incluso esa mañana que la vi lo dejé partir para siempre? Porque a pesar de que lo amaba, no lo dije traté de ocultar mi amor, y quién sabe si ella sentía lo mismo, y esperaba algo de mi, no lo hice y creo que se dió cuenta, claro que simuló no notar nada, mis ojos brillaban de amor. Pero por no estropearlo todo decidí ir con calma, y quizá eso llegó a su fin, sin haber si quiera empezado. El deseo de un amor estaba en mi corazón, y fui enamorándome ciegamente, y pasaba cada día pensando en ella. Espere un próximo encuentro que hasta ahora no llega,  y aunque de a poco este amor va debilitándose, aún hay cierto fuego en mi ser, pero que sin embargo he perdido la pasión, ya no es lo mismo pasar el día, levantarme de la cama, los días se convirtieron en algo mecánicos y a pesar de haber fijado una meta en especial doy pasos lentos hacia ella.
Si es que acaso regresa ella, empezará de nuevo el juego? O quizá se acabe para siempre. Y me quedaré en mi soledad es esperando aquel amor perdido, perdido? Acaso fue mío? Si nunca fue mío, entonces no lo perdí, sólo que se acabó sin empezar.
Pero si el destino quiere que nuestras almas estén juntas, nos veremos de nuevo sino es en este mundo, será en otra vida.

Mientras leía aquel libro, recordé cuantos amores dejé marchar, a pesar de haber sentido amor, esperando uno especial, que ahora tarda en llegar.
Y mientras escribía, esto, brotaron lágrimas de mis ojos, sin ninguna explicación, mi corazón estaba blando y débil.
Ahora mi corazón era vulnerable, mi alma estaba sufriendo, y necesitaba una nueva pasión, mi cuerpo necesitaba placer.
Ese día había intentado comunicarme con ella, fue vano, y pensé que quizá ya era tarde, un nuevo amor habría llegado a su vida y que de él se había enamorado, quizá, por un momento, y que no tenía tiempo para mí.
Claro también entendí que ella necesitaba un amor, un nuevo amor que lo saque de su mundo, pues creyó que yo no podría ser una buena pareja y se alejó al saber que corría riesgos de enamorarse de mi, pues yo no tenía nada que ofrecer, siquiera un miserable trabajo. Estaba quebrado, tampoco pensaba trabajar como funcionario, porque ya me había gustado la libertad.
Quizá esto nunca empezó porque somos de mundos diferentes, y la divinidad no quiso que sufriera por alguien más.
Que a su lado yo sería nada, y quién sabe completamente infeliz, dos mundos diferentes, que nuestros propios rituales serían diferentes, incluso nuestras culturas, nuestra comida, nuestra forma de expresarnos,  sería muy diferente, ella de
Clase media alta, yo de la clase pobre.
Que incluso nuestros estilos de vida serían diferentes.
No sé si volverá ese amor, porque me había causado una nueva pasión, y que ahora eso me hacía falta. Aún mantengo las esperanzas y esperar que  vuelva o llegue.
Mientras tanto, mi alma sufre, a la espera de un amor.

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